vendredi 12 janvier 2018

Despenalización del aborto terapéutico: Chile acaba con 30 años de una prohibición que sigue existiendo en algunos países europeos



Despenalización del aborto terapéutico: Chile acaba con 30 años de una prohibición que sigue existiendo en algunos países europeos

Oficialmente, cada año Chile registra aproximadamente 30.000 casos de abortos provocados, pero las interrupciones clandestinas se acercan a 160.000. La despenalización del aborto terapéutico es un adelanto considerable, que se inscribe en una serie de reformas sociales promulgadas por Michelle Bachelet.  

El peso de la religión cristiana en Chile puede explicarse por la cultura europea de América latina que es el resultado de la colonización. En efecto, la Iglesia católica introdujo ideas y valores sociales cristianos en el país. A pesar de la Constitución de 1925, que establece la separación de la Iglesia y el Estado, esta cultura sigue teniendo mucho peso en Chile, y algunas fuerzas conservadoras están planteando políticas problemáticas. En efecto, aunque la elección de Michelle Bachelet en 2006 parezca mostrar un país muy abierto y progresista en términos de derechos de la mujer, todavía hay muchas cosas que decir, en particular en lo que se refiere al aborto.
Así, la reciente despenalización del aborto terapéutico puede aparecer como un adelanto muy positivo, pero vamos a ver que también pone en evidencia los desafíos que quedan sin responder.




 
Así, esta ley acaba con 30 años de prohibición completa de la interrupción voluntaria de embarazo, pronunciada por Pinochet. Este cambio simboliza un adelanto considerable para uno de los últimos países relativamente desarrollados que reconoció el divorcio en 2004. La ley ya fue aprobada en Chile por el Senado a principios de agosto, pero la derecha conservadora acudió a la justicia, evocando una violación de la Constitución del principio del derecho a la vida. Afortunadamente, la corte constitucional rechazó la proposición de la derecha, con seis votos contra cuatro.


Así entonces, si bien es verdad que la ley constituye un adelanto mayor, sus condiciones muy restrictivas son susceptibles de cuestionamiento. En efecto, si la ley es promulgada por la presidenta Michelle Bachelet, solamente permitirá el aborto en tres casos diferentes: para las mujeres cuya vida esté en peligro, para las víctimas de violación, y para las mujeres cuyo feto sea juzgado no viable.

Además, el país sigue estando marcado por la influencia de la iglesia. Muchos argumentos en contra de la ley se inspiran de principios religiosos: “Digo “legalizado” porque la despenalización es un eufemismo que intenta disfrazar, con el soporte del Estado, esa realidad cruda […] de matar a un ser humano inocente, es decir, asesinar”, para usar la terminología del Papa Francisco.
Por lo tanto, vemos que, si las mentalidades están evolucionando, la influencia católica continúa siendo muy importante y limita este progreso.


Sin embargo, cabe hacer notar que esta prohibición sigue existiendo en 18 países del mundo. Sin ir más lejos, en la misma Europa, Irlanda también está examinando la cuestión del aborto, y cede a la presión de los militantes que reclaman un referéndum para autorizarlo. El referéndum tendrá lugar “en mayo o junio de 2018”, anunció Dublín en un comunicado. En este país, de fuerte tradición católica, el debate se focalizará sobre el octavo artículo de su Constitución, que garantiza “el derecho a la vida” del embrión. Además, el gobierno anunció la organización de otros referéndums en relación al artículo 41.2.1, que estipula que el lugar de la mujer está en el hogar.

Así, nos encontramos con que el tema del aborto sigue siendo un problema incluso en países europeos muy desarrollados. 


Algunos datos:

En Europa, siguen existiendo cinco países que aún no autorizan el aborto, excepto en circunstancias específicas. Estos son: Polonia, Andorra, Irlanda y Malta.

  • Polonia: Autorizado sólo en caso de violación, incesto o malformaciones graves del embrión
  • Andorra: Prohibido, excepto si la vida de la mujer está en peligro
  • Irlanda: Autorizado desde 2013 solamente cuando el embarazo representa “un riesgo real y substancial” para la mujer (que debe ser justificado por dos médicos)
  • Malta: Prohibido, en cualquier caso

En todos estos países, el castigo puede ir hasta tres años de cárcel para la mujer, pero también para el médico que practicó el aborto (en Polonia o Malta, por ejemplo).


Para concluir, vemos que el tema del aborto sigue siendo un debate muy delicado cuando se trata de religión. Pero en Chile, Michelle Bachelet intenta desmarcarse pues adicionalmente ya tiene un nuevo proyecto bajo la manga, que ahora concierne a la legalización del matrimonio homosexual.


Le Coz Florian
Gastou Marie-Sarah


Fuentes





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